martes, 23 de enero de 2007

preguntas para el examen¡

  • ¿QUÉ EMFERMEDAD CAUSA LA ENTAMOEBA HISTOLYTICA?
  • NOMBRA CUATRO TIPOS DE INFECCIONES PRODICIDAS POR AMEBAS.
  • EXISTEN DOS TIPOS DE TRANSMISIÓN DE AMEBAS.NOMBRALOS Y EXPLICALOS BREVEMENTE
  • ¿DENTRO DE QUE REINO ENCONTRAMOS A LAS AMEBAS?

viernes, 5 de enero de 2007

Amebiasis Intestinales

Características generales de los protozoos causantes de la amebiasis intestinal

Los protozoos son organismos microscópicos, unicelulares, heterótrofos, que viven en medios líquidos y que se reproducen por bipartición. En este concepto encajan grupos muy diversos y sin especial relación de parentesco, que se encuadran en muchos filos distintos, principalmente del reino protistas.
En las viejas clasificaciones, superadas actualmente pero encontradas todavía en textos elementales, se les trataba como un sólo filo (Protozoa, Goldfuss 1818) dividido en cuatro clases basadas sobre todo en el modo de locomoción.

Introducción

Entre las enfermedades tropicales que presentan una gran carga en términos de morbilidad se encuentran las causadas por protozoarios intestinales, la mayoría de las cuales se manifiestan como diarreas, particularmente en población infantil. Para tener una idea de la carga que las enfermedades diarreicas tienen en el país se podría hacer referencia a que solo durante el año 2004 se registraron 911.382 casos, con 265 muertes. De este total de casos, 24,2% correspondió a niños menores de 1 año de edad, 34,4% a niños de 1-4 años de edad y 41,4% a niños de 5 y más años de edad. Durante el año 2002, de un total de 1713 muertes por enfermedades infecciosas intestinales, 119 correspondieron a infecciones por amebas. Las amebas son protozoarios, organismos unicelulares que van en un rango de tamaño de lo submicroscópico a lo macroscópico. Se les considera los organismos mas simples del reino animal, aunque taxonómicamente realmente pertenecen al reino protista. La mayoría de ellos son de vida libre, pero algunos son necesariamente parásitos. Las enfermedades causadas por estos protozoarios aunque infrecuentemente puede producir manifestaciones bucales. Existen aun pocos casos reportados en la literatura científica acerca de infecciones producidas por amebas produciendo lesiones bucales y peribucales. A pesar de esto, cuando las mismas se presentan pueden llevar a múltiples complicaciones agudas y crónicas que deben ser reconocidas para su apropiado manejo por parte de todo el equipo de salud. Algunas de estas infecciones pueden presentar una verdadera amenaza para la vida del paciente, siendo muchas veces las manifestaciones bucales, el principio de ella .

Infecciones producidas por Entamoeba histolytica :

Entamoeba histolytica es la ameba de mayor importancia a nivel mundial. Se estima que el parásito infecta alrededor de 500 millones de personas anualmente y que de ellos 110.000 mueren por sus complicaciones. Las personas infectadas por el parásito se pueden dividir en dos poblaciones diferentes de acuerdo a sus manifestaciones clínicas. En la primera son asintomáticos y está conformada por un 90% y en la segunda son los sintomáticos representan con un 10% que manifiestan la enfermedad principalmente como disentería amebiana y como amebiasis extra-intestinal. Entamoeba hystolitica reside en el intestino grueso, ocasionalmente penetra la mucosa intestinal y puede diseminarse en otros órganos, produciendo así las manifestaciones extra-intestinales. Las manifestaciones bucales de la infección por Entamoeba histolytica pueden observarse en formas avanzadas crónicas de la enfermedad, las cuales muestran manifestaciones en otros órganos. Las lesiones de piel y mucosas están casi siempre asociadas con amebiasis intestinal manifiesta por disentería. Pueden presentarse manifestaciones constitucionales que incluyen la pérdida del apetito, fiebre, leucocitosis y deshidratación, como signos y síntomas moderados, pero pueden ser severos al incluir hemorragia intestinal masiva, perforación intestinal y peritonitis. La manifestación extra-intestinal más común es el absceso hepático amebiano. A nivel bucal específicamente, E. histolytica se ha asociado a enfermedad periodontal, en particular a gingivitis. En un estudio realizado en Indonesia con el fin de investigar la presencia de parásitos en cavidad bucal, en 373 individuos de 2 a 70 años de edad, 49 estaban infectados con Entamoeba gingivalis, 19 con Trichomonas tenax, 14 con Candida sp. y 1 con Entamoeba histolytica. Las lesiones cutáneas, genitales, perianales o mas infrecuentemente bucales, provocadas por E. histolytica, aun dada su infrecuencia, cuando se presentan están caracterizadas por una lesión única, o muy pocas, muy dolorosas, serpiginosas, y sobretodo presentándose como ulceras destructivas.

Recientemente se ha planteado que aun no son claros cuales son los factores que tienen un serio impacto en la ocurrencia de estos patógenos a nivel bucal en personas con enfermedades sistémicas o la influencia de estos microorganismos sobre el riesgo, por ejemplo, de complicaciones postoperatorias en dichos pacientes cuando se les realizan procedimientos quirúrgicos. Se ha demostrado la existencia de ciertas alteraciones en las especies de microorganismos de la cavidad bucal por ejemplo de pacientes receptores de transplantes de riñones así como pacientes hemodializados, y más comúnmente en pacientes diabéticos o en otro tipo de inmunosupresiones.

Desde el punto de vista de la patogénesis se ha evidenciado que la amebiasis cutánea o mucosa, incluyendo en cavidad bucal, puede ser causada o provocada por la inoculación directa a partir de la amebiasis intestinal, por continuidad de un absceso hepático amibiano, después de intervenciones quirúrgicas de colon o hígado infectados, por diseminación hematógena o linfática, así como también por contacto oral-anal o genital-anal. La higiene deficiente, la promiscuidad, la pobreza y en particular la inmunosupresión pueden propiciar la enfermedad, sobretodo en zonas tropicales. El diagnóstico se puede realizar al encontrar trofozoitos en las lesiones de cavidad bucal o lesiones cutáneas periorales.

Figura 1. Imágenes características de Entamoeba histolytica (trofozoitos y quistes) (400X).







Clasificación: Géneros: Acanthamoeba, Entamoeba, Naegleria:

1. Género Acanthamoeba:

El ciclo de vida de las diferentes especies de acantamebas presenta una forma vegetativa o trofozoito y una forma quística o quiste. En preparaciones frescas, lo trofozoitos ameboides de las diferentes especies de Acanthamoeba son irregulares y presentan múltiples proyecciones pseudopodiales retráctiles, filamentosas o espinosas llamadas acantopodios (Figura 2A). El tamaño de los trofozoitos varía de acuerdo a cada especie, con promedios de 20 a 40 μ; así los diámetro mayores son: 21 a 45 μ para A. castellanii, 25 a 60 μ para A. astronyxes, y 14 a 41 μ para A. polyphaga. El citoplasma es abundante y tiene un aspecto granular y vacuolar; además tienen un núcleo claro, central y esférico con un prominente y denso nucleolo redondeado.
En los tejidos infectados, los trofozoitos de Acanthamoeba se miden de 15 a 35 μ de diámetro mayor, son ovoideos y de contornos ligeramente irregulares, de pared delgada, citoplasma granular y vacuolado, con un único núcleo esférico, anfófilo y un prominente nucleolo central intensamente hematoxifílico a manera de un cariosoma; la superficie interna de la membrana nuclear no muestra cromatina periférica, un signo que ayuda a diferenciar estos trofozoitos de los de E. histolytica.
En los cortes de tejido teñidos con hematoxilina y eosina, los acantopodios no se tiñen, el nucleolo se tiñe violeta obscuro, y el citoplasma se colorea en forma eosinofílica, la membrana nuclear es delicada y frecuentemente su delimitación es definida solamente por vacuolas perinucleares.
Los quistes de Acanthamoeba sp, que son esféricos o poligonales y tienen una doble pared, miden de 6 a 30 μm de diámetro, aunque generalmente son de 15 a 25 μm (Figura 2B). El citoplasma es granular, con numerosas vacuolas alimentarias, distribuidas alrededor del núcleo: una, y algunas veces dos de estas vacuolas alimentarias, son contráctiles y vacían su contenido acuoso a intervalos de 40 a 50 segundos. El núcleo es evidente como una débil estructura refráctil, con un aún más refráctil cariosoma redondeado. Las acantamebas son ubicuas y se encuentran ampliamente distribuidas en la naturaleza, se han aislado de enfriadores de agua, filtros de acondicionadores de aire, agua de mar, agua de charcos, aguas residuales, lagunas, ríos, polvo, estaciones de lavado ocular, incluso de la boca y de la nariz de individuos sanos.

Figura 2A. Esquema de un trofozoito de Acanthamoeba
sp; mide 20 a 40 μ y presenta acantopodios.








Figura 2B. Esquema de un quiste de Acanthamoeba sp; mide 15 a 25 μ, es esférico o poligonal y tiene una doble pared gruesa.





2. Género Entamoeba:


La Entamoeba histolytica es un parásito anaerobio eucariota protozoo con forma ameboide, dentro del género Entamoeba. Se pueden distinguir dos formas de vida en esta especie:

  • Trofozoito: forma móvil de la especie. Se caracteriza por tener un núcleo con cariosoma central y cromatina en la periferia.
    -Forma magra:tipo de trofozoito muy patógeno,causante de la disentería amebaida. Mide de 20 a 30 μm e ingiere glóbulos rojos. Vive en los tejidos del intestino.

- Forma minuta: trofozoito no patógeno, forma natural de Entamoeba histolytica, que mide de 10 a 20 μm y no ingiere glóbulos rojos. Vive en la luz intestinal.

  • Quiste:
forma de resistencia. Contiene de 1 a 4 núcleos, dependiendo de la madurez del quiste.


La Entamoeba se alimenta del bolo alimentario, bacterias intestinales, líquidos intracelulares de las células que destruye y además, a veces fagocita eritrocitos. Tiene proteínas membranales capaces de formar poros en las membranas de las células humanas, destruyéndolas por choque osmótico, y adesinas que le permiten fijarse a las células de la mucosa, de modo que no sean arrastradas por la diarrea. Además, producen encimas proteasas de cisteína, que degradan el medio extracelular humano, permitiéndole invadir otros órganos.


Hay varias estirpes, la mayoría prácticamente inocuas, pero algunas son altamente patógenas, y a infección generalmente no genera inmunidad posterior.


Ciclo de Vida


Los cistos, con 15 micrómetros, son formas resistentes excretadas con las heces por personas infectadas. Tras ingerir agua o alimentos contaminados, el paso por el ambiente ácido del estómago induce a su transformación en el intestino de forma que rápidamente se divide en ocho trofozoitos (50 micrómetros), también amébicos. Los trofozoitos se adieren fuertemente a la mucosa, multiplicándose y causando muchas dolencias, y algunas se transforman en formas císticas, que no se adieren a la mucosa y son expelidas en las heces.


La Disentería amebiana o amibiasis es la forma de diarrea, infecciosa con sangre y moco, causada por la Entamoeba histolytica. Después de ella la ameba puede atacar el hígado causando un 'Abceso hepático américo.


Epidemiología


Según la OMS, hay 50 millones de nuevas infecciones por año y 70.000 muertes. La disentería amébica se presenta frecuentemente en países tropicales aunque también se presentan casos en las zonas templadas y frías. En África, Asia tropical y América latina, más de dos tercios de la población presenta estos parásitos intestinales, a pesar de que la mayoría de las infecciones pueden ser prácticamente asintomáticas. En Europa y Estados unidos menos del 5% de la población es portadora. La Entamoeba afecta a los primates; los casos en perros y gatos son relativamente raros.
La infección ocurre por la contaminación del agua, vegetales, frutas u otros alimentos crudos mal lavados o mal cocinados con cistos infecciosos provenientes de heces contaminadas. Es posible que moscas y cucarachas transporten cistos, desde las heces hasta los alimentos. La contaminación oral-anal por algunas prácticas sexuales también es una fuente de infecciones importante, siendo los homosexuales un grupo de riesgo. Los cistos son resistentes, sobreviviendo varias semanas, pero mueren a alta temperatura o con agua caliente.


Avance y Síntomas


Al comenzar a multiplicarse los trofozoitos la mayoría de las infecciones son controladas por el sistema inmunológico, no habiendo generalmente síntomas, pero sí excreción de cistos infecciosos.
A medida que aumenta el número de parásitos, provocan la destrucción de la mucosa intestinal, con ruptura de los vasos sanguíneos y destrucción de las células caliciformes que almacenan el moco. El sistema inmunológico rechaza su presencia generando focos diseminados de inflamación del intestino. El resultado es la mala absorción de agua y nutrientes de los alimentos (debida a la destrucción de las vellosidades de los enterocitos) con diarrea sanguinolienta y con muco.
Otros síntomas frecuentes son los dolores intestinales, náuseas y vómitos. La formación de úlceras intestinales y las perdidas de sangre pueden causar anemia por déficit de hierro, especialmente en las mujeres. La disentería amebiana puede ser recurrente, con períodos asintomáticos y sintomáticos, durante muchos años. A veces ocurren infecciones bacterianas asociadas, debido a la fractura de la mucosa del intestino.
Si los parásitos se diseminan por el tracto gastrointestinal, pueden causar otros problemas. En el hígado destruyen hepatocitos y se forma un abceso que al crecer provoca problemas hepáticos. En algunos casos pueden formarse abscesos en el bazo o en el cerebro, con complicaciones muy peligrosas. Síntomas de invasión amebiana sistémica son la fiebre alta ondulante, tremores, sudores, dolores abdominales en la zona del hígado, fatiga y hepatomegalia.


3. Género Naegleria:


El ciclo de vida de N. fowleri incluye una forma vegetativa o trofozoito, un estado flagelado y un estado quístico. Los trofozoitos corresponden a protozoos ameboídeos que en preparaciones frescas miden 15 a 25 μ de diámetro mayor, tienen un abundante citoplasma vacuolado o granular, y un gran núcleo central, claro y redondo con un nucleolo esférico prominente y refringente; su movimiento, se realiza a través de seudópodos redondeados, o lobopodios, de tamaño variable (Figura 1A). En los tejidos infectados, como el SNC, los trofozoitos son redondeados y miden 8 a 12 μ de diámetro. La forma flagelada que se observa en el medio ambiente o en medios acuosos en el laboratorio, es usualmente piriforme, mide 12 a 18 μ de diámetro mayor, y es biflagelada (Figura 1B), pero puede tener la amebiasis intestinal 10 o más flagelos; esta forma puede reconvertirse a trofozoito. Los quistes son formaciones esféricas, de 8 a 12 μ de diámetro mayor, aunque pueden alcanzar hasta 20 μ, tienen un contorno liso y una densa pared refráctil con uno o dos poros aplanados (Figura 1C).
Los quistes de N. fowleri no se observan en los tejidos infectados, sólo se aprecian en el medio ambiente. Los trofozoitos de N. fowleri son termofílicos y pueden desarrollarse y multiplicase por división binaria a temperaturas de 40 a 45 ºC en el medio ambiente y en cultivos celulares de laboratorio. En el medio acuoso y cálido los trofozoitos pueden originar la forma flagelada, la que puede reconvertirse a trofozoito. Como respuesta a condiciones ambientales adversas los trofozoitos se enquistan, el enquistamiento se produce en el
agua y en los medios de cultivo, pero no en los tejidos. Los quistes son altamente susceptibles a la desecación y se destruyen rápidamente en condiciones de sequedad. En un ambiente propicio -fresco, acuoso y de alta temperatura- ocurre el desenquistamiento3, 4. Naegleria fowleri es un protozoo ubicuo y presente en todo el mundo, ha sido encontrado, bajo condiciones normales y temperatura ambiente, en el suelo, polvo del aire ambiental, agua dulce de piscinas y lagos, reservorios de agua doméstica, sistemas de humidificación, aguas residuales y en la nariz de individuos sanos. También se desarrolla bien en climas tropicales y temperaturas calurosas entre 40 y 45 ºC, en aguas termales naturales limpias y contaminadas, aguas cloradas de piscinas temperadas. Las cepas de N. fowleri adaptadas a altas temperaturas, sobre 46 ºC, son termofílicas y virulentas en los animales de experimentación, mientras que las cepas no termofílicas son avirulentas.
Figura 1A. Esquema de un trofozoito de Naegleria fowleri; mide 15 a 25 μ y presenta lobopodios



















Figura 1B. Esquema de una forma ameboflagelada de la Naegleria fowlerii; mide 12 o 18 μ y tiene habitualmente dos flagelos.




















Figura 1C. Esquema de un quiste de Naegleria fowlerii; mide 8 a 12 μ y presenta uno o dos poros aplanados.









Enfermedades causadas por amebas (Infección y transmisión)

-Infección:
Cuando se inicia la infección, los trofozoitos pueden causar diarrea, lo cual hace que salgan fuera del cuerpo. Una vez fuera, los frágiles trofozoitos mueren. Cuando el enfermo no tiene diarrea, suelen convertirse en quistes antes de abandonar el intestino. Los quistes son muy resistentes y pueden diseminarse tanto directamente de persona a persona, como indirectamente a través de los alimentos o el agua.
Posibles síntomas de infección: Diarreas ligeras o graves que originan deshidratación, fiebre, malestar general, falta de apetito; también pueden presentarse ulceraciones intestinales, y si se alojan en el hígado, abscesos o hepatitis crónica. Existen algunos casos en que invaden el cerebro.
Nos encontramos ante cuatro tipos de amebas que realizan diferentes infecciones:
Ø Amebiasis: Infección del colon (intestino grueso) y, a veces, del hígado, producida por una ameba. Mucha gente, sobre todo aquella que vive en climas benignos, es portadora de amebas sin sufrir los síntomas.
Ø Amebiasis extraintestinal: amebiasis hepática. Prevención:cuando se viaja a países tropicales en donde las condiciones sanitarias son malas, se debe tomar agua purificada y no se deben comer vegetales crudos ni frutas con cáscara.
Ø Amebiasis cutánea: una infección dermatológica, que se incluye dentro del grupo de enfermedades de transmisión sexual.
Ø Amebiasis intestinal crónica: una enfermedad infecciosa que comienza paulatinamente con molestias vagas, como anorexia y astenia moderadas, dolores abdominales difusos y tendencia a las deposiciones pastosas o semilíquidas.


-Transmisión:

La transmisión de puede producir por: ingestión de agua o alimentos contaminados con quistes (especie de huevecillos) de amebas, por falta de higiene o por cultivos regados con aguas negras. Hay dos tipos de transmisión:
-La transmisión directa: se produce a través del contacto con heces infectadas. Es más probable que la amebiasis se propague entre los que viven en instituciones y tienen una higiene incorrecta que entre los que no viven de ese modo; también se hace más probable su contagio por contacto sexual, particularmente entre varones homosexuales, más que por un contacto eventual o fortuito.
-La transmisión indirecta: de los quistes es más frecuente en las zonas con malas condiciones sanitarias, como los campos de trabajo no permanentes. Las frutas y verduras pueden contaminarse cuando crecen en tierra fertilizada con abono humano, se lavan con agua contaminada o las prepara alguien que está infectado.



Implicaciones en Veterinaria:

Las enfermedades parasitarias afectan a diversos grupos de población de todas las edades y razas, representando un elevado riesgo para la salud y la vida de extensos sectores. Por sus características peculiares, afectan de preferencia a los grupos jóvenes y de mayor productividad, que viven en zonas suburbanas de las grandes ciudades o en zonas rurales.

El ciclo de cada parásito expresa la complejidad del fenómeno biológico. Las variables agente, huésped y ambiente (tríada ecológica) son fundamentales para orientar el diagnóstico parasitario. Se debe tomar en consideración el estado parasitario buscado (huevo, quiste, larva, etcétera.), tanto en el huésped como en el ambiente, para seleccionar el tipo y características de la muestra (orina, deposición, ambiente, etc.)
Debido a la existencia de infecciones transmitidas en forma natural desde animales vertebrados al hombre y viceversa (zoonosis), la búsqueda de los parásitos se extiende incluso al reservorio animal. Por ejemplo, en toxocariacis y equinococosis se puede solicitar colaboración a los laboratorios de medicina veterinaria para estudiar las deposiciones de las mascotas (perros). También se pueden estudiar fuentes infectantes, como carnes (triquinosis, sarcocistosis), tierras en el caso de geohelmintiasis (ascariasis, tricocefalosis, toxocariasis) y aguas en el caso de las enteroparasitosis que se transmiten por contaminación fecal.

Otro ejemplo de los procesos disentéricos debidos a protozoos es que suelen ser bastante frecuentes en los monos que viven en cautividad. Los monos rhesus son generalmente resistentes, y por lo común, la infección en ellos transcurre de forma asintomática, si bien en ocasiones puede cursar con colitis crónicas poco severas. Las medidas profilácticas están basadas en el saneamiento ambiental, provisión de agua potable y eliminación sanitaria de las heces. Se recomienda el tratamiento con metronidazol a los animales portadores para evitar el contagio al hombre.

En nuestro país, la sospecha diagnóstica a nivel de atención primaria es fundamental, dado que es el primer eslabón con el sistema de salud. Se han implementado algunos laboratorios en el nivel primario, donde se realiza el diagnóstico de algunos enteroparásitos y se pueden derivar muestras a centros de referencia.

El objetivo de las técnicas diagnósticas es pesquisar e identificar al parásito (en cualquiera de sus estados) lo que se realiza con técnicas directas, o a través de técnicas indirectas que evalúan la respuesta inmune del huésped .El hallazgo de una forma parasitaria en cualquiera de sus estados es considerado un diagnóstico patognomónico , en cambio la evidencia de la respuesta inmune positiva hacia un agente parasitario sólo hace posible un diagnóstico presuntivo.

martes, 14 de noviembre de 2006

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